martes, 27 de septiembre de 2011

Caminata lunar


Dicen por ahí que sufrir una derrota cuando venís de racha positiva es importante para no perder la autocrítica. Daremos crédito a esa idea para el 0-4 padecido el sábado pasado.

Con una buena convocatoria de once jugadores, salvo por la ausencia de Sergio, las condiciones objetivas estaban dadas para hacer un buen papel. Pero desde las primeras combinaciones en "ataque" y los tempranos embates del rival nos dimos cuenta que algo no andaba bien. La escuadra rosa parecía haber sido víctima de un bidón adulterado o haber participado en las vísperas de alguna fiesta botinera en una pizzería de nuñez.
Pase corto, pase largo, lateral, cabezazo, remate, quite: todas palabras que se las tragó el río un ratito antes de pisar el rectángulo. Un equipo falto de reacción, ante un rival que supo aprovechar los errores de un rosa pálido (bien pálido esa tarde) y pararse bien atrás en la cancha para seguir castigando de contra. Niel Armstrong le metía más ritmo a su caminata lunar que los santarroseños en costa salguero, y eso se tradujo también en algunas escenas de nerviosismo que evidenciaban la impotencia.
No hay que darle mucha rosca, una goleada que duele, y que pudo ser más abultada si no salvaba los tres palos el pelado experimentado del equipo, que puso los huevos y se bancó todo el partido.
A corregir errores y a otra cosa muchachos. La cosa recién empieza.

martes, 20 de septiembre de 2011

Le están creciendo ramas, va dando sombra

Santa Rosa dio sus primeros pasos en el ventoso rectángulo infinito, y lo hizo bien. Segundo triunfo consecutivo en un arranque matemáticamente perfecto. Para los exquisitos, la ciencia exacta no completa el análisis. 
Un primer triunfo con un contundente 5 a 2, partido que empezó rápidamente abajo en el marcador, pero que gracias a la capacidad goleadora del bernie romeo santarroseño -el menor de los Diaz Morello- y un trabajo de equipo a conciencia, se pudo revertir con creces.
Poco importó rumor de vestuario visitante con ese "no podemos perder con estos muertos". Sí, muchachos, perdieron, y les demostramos en la cancha que había pulso en nuestras muñecas.
El último sábado tuvo lugar el match correspondiente a la segunda fecha. Contra todos los pronósticos inexpertos, costó llegar al número de 9 jugadores para esta ocasión. Todos en el verde césped, afuera sólo las mochilas, había que ser inteligentes, correr bien la cancha y mojar en el momento justo, sin desesperar. La escuadra siguió el protocolo y se mostró ordenado, firme en defensa y con la ya habitual efectividad en ataque, cerrando el combo con una fantasía del experimentado Castiñeira por arriba del arquero casi desde mitad de cancha.
El equipo mostró solidez, mayor orden táctico, espasmos de buen fútbol con algunas alegres combinaciones, capacidad de definición. Siguen en el haber algunas mejoras en lo físico, el manejo del ritmo del partido y una mejor asistencia del plantel para no dar ventajas.
La cosa viene bien, como diría un desconocido trovador argentino: “le están creciendo ramas, va dando sombra”…