Por supuesto existen ciertos atenuantes que tranquilizan parcialmente la conciencia colectiva del equipo. El más evidente y que se cae de maduro es el hecho de haber enfrentado a un equipo tres veces campeón en este torneo.
Claramente, tendremos que focalizar en mejorar lo táctico, lo físico y el compromiso con el equipo. Cuando tenemos tres cambios afuera, no podemos darnos el lujo de no ser solidarios adentro de la cancha muchachos. Si no se cambia el aire, si duele algún golpe, si no estoy al cien, tengo un compañero afuera que puede aportar algo más. No caben dudas que estas actitudes están más vinculadas al gran amor propio que se tiene y que es natural que nos lleve a agotar todas las instancias antes de pedir un cambio; pero tratemos de encontrar un equilibrio más productivo para el equipo.
El editor estuvo a punto de tirar un "copy-paste" de la crónica anterior. Para quienes quieran repasar los errores a corregir, a releerla nomás. Esperemos no seguir llevándonos puesta la misma piedra y poder mejorar el desempeño.
Se le secaron varias ramas al árbol del que se hablaba en el comienzo, pero esto recién empieza y tenemos con qué. Nos espera una fecha libre, a cargar pilas se ha dicho.

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